Fundación Save The Children

© Imagen Subliminal
  • Cliente:

    Elii

  • Proyecto de:

    Elii- Uriel Fogué, Eva Gil, Carlos Palacios

  • Promotor:

    Fundación Save The Children

  • Ubicación:

    Vallecas, Madrid

  • Superficie:

    483,48m2

  • Fecha proyecto de ejecución:

    2016

  • Fecha de ejecución de obras:

    2016-2018

  • Alcance trabajos desarrollados:

    Proyecto de ejecución de estructuras y asistencia técnica en obra

  • Estado:

    Construido

Awards:

Obra nominada al Premio EU Prize for Contemporary Architecture – Mies van der Rohe Award 2019

Finalista Premio Mapei a la Arquitectura Sostenible 2018

Mención Especial MatCOAM, Categoría – Sostenibilidad 2018

Mención Especial Premio Arquitectura con Ñ, VETECO-ASEFAVE, Categoría – Protección Solar 2018

Obra nominada al Gubbio Prize 2018. European Section of Works 2018

Primer Premio Concurso de Ideas para la Adecuación del edificio para la Fundación Save The Children, Madrid 2016

 

El edificio para la Fundación Save The Children es un punto estratégico situado en el barrio de San Diego, para el trabajo social de esta ONG en el área de Vallecas. El proyecto consiste en la rehabilitación y ampliación del inmueble actual, con el objetivo de resolver el programa de un centro de atención a la infancia. La propuesta se basa en la adición de un nuevo cuerpo que se descuelga sobre la construcción existente, resolviendo la ampliación del edificio y configurando una nueva fachada, así como un nuevo núcleo de comunicaciones y servicios.

Se plantean las siguientes operaciones:
1. Rehabilitación del soporte arquitectónico. Una serie de actuaciones arquitectónicas actualizan el cuerpo de este edificio construido en los años cincuenta del pasado siglo: (a) Rehabilitación y consolidación de la estructura existente. (b) Demolición parcial de la parte posterior del edificio para integrar un nuevo núcleo de comunicaciones y servicios, adaptado a las normativas vigentes que garantice las prestaciones técnicas y funcionales de las estancias principales. (c) Ampliación de la última planta, agotando la edificabilidad permitida con un espacio a doble altura, dispuesto entre dos terrazas para favorecer la ventilación cruzada. (d) Rehabilitación de la fachada, a partir de un sistema aleros, toldos y jardineras que descuelgan desde la última planta, que resuelve el (inexistente) aislamiento térmico y la regulación de la radiación solar, al tiempo que configura la nueva imagen de la Fundación STC en la plaza. (e) Organización funcional para optimizar al máximo el esquema tipológico que, dando cumplimiento a las exigentes normativas en edificios de uso infantil, preserva la máxima flexibilidad programática para otros usos posibles en el futuro.

2. Estímulo de los afectos. Se ha equipado el edificio con ciertos elementos que facilitan la interacción y la apropiación de los espacios por los usuarios, así como una relación afectiva con la nueva sede. Tras estudiar algunas metodologías contemporáneas de atención infantil, se observa la relevancia de las prácticas que incentivan la confianza, la responsabilidad y las relaciones afectivas hacia los otros, tales como el cuidado de mascotas o de plantas. Se propone trasladar algunos de estos planteamientos al soporte arquitectónico, mediante una serie de actuaciones espaciales, materiales, cromáticas, de mobiliario y de diseño, tales como: (a) Integración de mecanismos que favorecen una organización colaborativa de los espacios, como paneles móviles (en las aulas) o mobiliario portátil (como el sistema de estanterías con ruedas de la biblioteca). Unos y otros permiten estructurar el espacio de distintos modos y favorecen el compromiso de los usuarios sobre el espacio. (b) Incorporación de elementos que incentivan el cuidado, como las plantas (en las jardineras) y algunas “mascotas arquitectónicas” (integradas en los diferentes espacios) como “el gato” o “el elefante” cuyo cuidado pasará a ser una tarea colectiva. (c) Estímulo de la percepción mediante el empleo de determinados materiales. Por ejemplo, algunas de las superficies de acabado de la sala de espera reflejarán el exterior; un pavimento exterior entra desde la plaza en el vestíbulo hasta la sala de espera; el cerramiento favorece la conexión directa con la zona de juegos, rompiendo la frontera entre el interior y el exterior. (d) Incorporación de los deseos de los niños. Durante el proceso de concurso, chicos de distintas edades elaboraron una “lista de los deseos” donde expresaron cómo imaginaban el nuevo espacio. Algunas de estas peticiones como “la colocación de una fuente de chocolate en cada planta” eran difíciles de satisfacer en el proyecto. No obstante, otras, como “ver las estrellas desde las habitaciones” han sido traducidas a diferentes elementos arquitectónicos, como el lucernario que cierra la cubierta en la sala de proyecciones. En resumen, este conjunto de actuaciones “mascotizan” el edificio, facilitan el juego y tratan de estimular una relación afectiva hacia el centro.

3. Estrategia energética. Se plantean una serie de medidas bioclimáticas elementales, pasivas y activas, que se suman a la estrategia de climatización integral: (a) Diseño de una nueva envolvente aislada y ventilación cruzada cuando es posible. (b) Sistema de fachada formado por toldos y aleros que reducen el consumo de la refrigeración en verano y la calefacción en invierno. (c) Incorporación de plantas en la fachada para contribuir a la regulación de la temperatura y la humedad durante los meses estivales. (d) Sistema de climatización de frío/calor mediante suelo radiante. En conjunto, se consigue la máxima calificación en la certificación energética, así como una reducción en los gastos de mantenimiento del edificio, garantizando el confort de los niños, visitantes y trabajadores.

4. Fases y actualizaciones. Con el objetivo de acortar los plazos y ajustar el presupuesto, el proyecto se plantea como la rehabilitación elemental de un “hardware” básico que permite a la Fundación comenzar su trabajo en el barrio. Si bien, aparte, se incorporan una serie de protocolos de actuación sobre el edificio que permitirán, en el futuro, introducir nuevos elementos en el “hardware”, ajustar las prestaciones e ir actualizando el cuerpo principal según las necesidades de la ONG. Entre estos elementos cabe destacar: (a) Cierre de la terraza principal con un invernadero, que actuará como parte del sistema de climatización activo. (b) Posibilidad de incorporar energía solar fotovoltaica en la cubierta, gracias a la geometría diseñada con una orientación e inclinación óptimas para la captación solar. (c) Implementación de nuevos elementos de climatización. (d) Integración de nuevo mobiliario transformable; etc.
Estas operaciones aprovechan el potencial del edificio y sacan el máximo partido del inmueble, proponiendo un programa excitante, a la vez que funcional. Así lo juzgaron los 3 jurados (el de expertos, el formado por personal de STC y el de los niños) que participaron en la votación del concurso.